Desde hace mucho tiempo, tanto que ya nadie puede recordarlo, la leyenda de un hombre se ha podido escuchar en las costas del Mediterráneo. A ese hombre se le conocía como Jorge de Capadocia (San Jordi o San Jorge) que se convirtió en leyenda no por sus actos* si no por la historia que originó y que cada lugar por el que pasó se convirtió en una leyenda propia de la región.
Cuenta la leyenda que un dragón hizo un nido en una fuente de la que dependía una ciudad para abastecerse. La gente de la ciudad no podía ir a por agua si no apartaban al dragón , así que cada vez que había que ir a la fuente le ofrecían al dragón una persona.
Un día fue elegida como sacrificio la hija del rey, este pidió ayuda para matar al dragón, pero todos temían al dragón. Jordi (Jorge) que pasaba por allí venció al dragón antes de que devorara ala princesa liberando así la fuente. Algunos más tarde afirmarían que la sangre del suelo que manó de la cabeza degollada del dragón crecieron rosas.
Por eso en honor a esa leyenda, cada 23 de abril, se regala un libro y una rosa a la mujer amada, o al amiguete/a de turno.
Para que luego digáis que en la Península no tenemos leyendas y tradiciones bonitas. Una flor para un jarrón junto al que leer un buen libro...al lado de eso no hay nada que envidiarle al Tanabata.
*Me explico: San Jorge actualmente ya no es recordado por la cultura popular por sus accioens que el convirtieron en mártir cristiano si no por la leyenda de San jorge y el Dragón que es conocida desde el chabalin más pequeño a la maruja más anciana sean de la religión que sean. Y es que una historia con reyes, dragones, guerreros y princesas resulta mucho más ebocadora que un tio que cuando quisieron matar alos cristianos se quejó y le ejecutaron.
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